Unos pocos factores de riesgo condicionan que aparezcan un importante número de enfermedades crónicas prevalentes. La idiosincrasia de estos factores de riesgo es que son comunes a todas ellas y que en gran parte son evitables, ya que tienen relación con el estilo de vida: alimentación, actividad física, alcohol, tabaco, obesidad y por tanto su abordaje beneficiará también a disminuir estos procesos.